top of page

Salir de la maravilla, el grato recuerdo y el amor de Perú ya me supone un reto. Consigo practicar el desapego y salir de nuevo de la zona de confort. 

Viajo durante 10 horas, hasta llegar a un lugar. no se cual, la entrada en Bolivia desde este punto de la frontera es desconcertante y extraña, o así lo viví yo a las 6 a.m. 

Primera frontera de salida Perú, siguiente entrada Bolivia, a unos quinientos metros. Espacio que me hacen disfrutar de la alegalidad de estos pasos.

Ahora en Bolivia siento que todo es diferente. El carácter, el ritmo, la presencia, la energía.

Entrar en Copacabana es como da al pause a todos los sonidos, relentizar la vida y empujar las agujas del reloj.

Aquí se respira paz, aunque hay algo que rasga mi piel y aún no se que es.

Bolivia

​

bottom of page